Câmara de Lobos es una bonita población de pescadores que está situada en la parte sudeste de Madeira y constituye un destino muy agradable en el que pasar un día de visita con salida desde Funchal. Câmara de Lobos es una ciudad de trabajadores, especializada en la pesca del sable negro, un pez de hábitos nocturnos.

Este arduo estilo de vida pesquero se refleja en la disposición de la localidad, en la que las pequeñas viviendas tradicionales, que frecuentemente alojan a varias familias, se agolpan alrededor de los acantilados, con un estilo de vida que puede resumirse en la imagen de los pescadores volviendo al pueblo al atardecer para reunirse en los bares a beber “poncho”, un fuerte licor local.

Para los visitantes, Câmara de Lobos es un pintoresco lugar en el que las coloridas barcas pesqueras se dejan varadas en las playas de color gris, custodiadas por algunos de los acantilados más altos de Europa. Estas maravillosas vistas fueron la inspiración del residente más famoso de Câmara de Lobos, Winston Churchill, para pintar su admirada serie de cuadros de la región, una anécdota que todos los habitantes de la ciudad recuerdan con cariño.
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Barcas pesqueras en la playa de Câmara de Lobos

Câmara de Lobos es una ciudad relativamente pequeña, por lo que sus principales lugares de interés pueden verse en un par de horas, aunque es posible ampliar el trayecto incluyendo una visita a los acantilados de Cabo Girao. Entre las mejores actividades que realizar en Câmara de Lobos podemos incluir:

Visitar la playa de guijarros grises que hay en el centro de la ciudad, lugar en donde descansan las vistosas embarcaciones pesqueras durante el día. Estos barcos y barcas de intensos colores contrastan vivamente con las piedras grises de la playa, proporcionando una buena oportunidad para sacar fotos maravillosas.

Explorar la austera capilla de pescadores dedicada a San Antonio. Históricamente, las esposas de los pescadores acudían a esta capilla a rezar por sus maridos mientras éstos se encontraban faenando en las peligrosas aguas. El interior está decorado con escenas de la vida de San Antonio y de sus proezas en altamar.

Uno de los cuadros de la capilla de pescadores

Sentir vértigo caminando sobre un mirador con suelo de cristal bajo el que pueden verse los 500 metros de caída de los acantilados de Cabo Girao.

Estos acantilados son los más altos de Madeira y se han convertido en la actividad turística más popular de la isla. Sólo los más valientes se atreven a mirar hacia abajo, pero son recompensados con una increíble panorámica de los viñedos y terrazas de cultivo, que se extienden a mucha distancia.
Para completar la desafiante visita, puede montarse en el teleférico que cruza la cara del acantilado y llega hasta su base.

La impresionante caída desde los acantilados del Cabo Girao

Beber un vaso de la tradicional bebida alcohólica “poncho” en uno de los numerosos bares de Câmara de Lobos. El “poncho” es un fuerte licor a base de limón, miel, azúcar y una buena cantidad de aguardiente hecho de caña de azúcar.

Un bar de “poncho” en Câmara de Lobos

Los barcos y barcas de pesca de Câmara de Lobos están amarrados durante el día, ya que el sable negro, la captura más abundante de la zona, sólo sale a la superficie (a unos 100 metros de profundidad) por la noche. Durante el día, los peces descienden a profundidades de hasta 1.500 metros. Esta vida en aguas profundas les ha conferido su poco atractivo aspecto con grandes ojos, una larga trompa y dientes como colmillos.

La flota pesquera de Câmara de Lobos

Câmara de Lobos sólo está a 5km al oeste de Funchal y hay un servicio regular de autobuses entre ambas poblaciones. Todos los autobuses de la compañía Rodoeste que salen de Funchal en dirección oeste pasan por Câmara de Lobos. Al ser una distancia tan corta, puede resultar más fácil coger un taxi, aunque es importante acordar un precio con el conductor antes de subir al coche.